Un orgullo para nuestro IPLIDO de la UTHGRA
Nuestra Secretaria Ejecutiva, compañera María Susana Césari, representante en el área sindical de las Comisiones Permanentes del Foro de Mujeres del Mercosur Nuestra compañera María Susana Césari, Secretaria de Actas y Afiliaciones de la UTHGRA y Secretaria Ejecutiva de nuestro IPLIDO de la UTHGRA, fue elegida como miembro de las Comisiones Permanentes para representar el área sindical en el Foro de Mujeres del Mercosur, presidido por la Dra. Amalia Mattio de Macías. Se trata de un gran honor y reconocimiento que afianza la relación y el trabajo conjunto de nuestro Instituto con el Foro de Mujeres del MERCOSUR, iniciados años atrás. Esta asociación internacional, creada hace más de veinte años por las delegadas de nuestro país, de Brasil, de Paraguay y de Uruguay, desarrolla acciones locales, regionales y continentales, integrando organismos públicos y privados y creando vínculos institucionales. Su misión es promover el ingreso de Mujeres al Foro Consultivo Económico y Social del MERCOSUR como integrantes plenas; participar activamente en todos los Grupos de Trabajo del MERCOSUR; contribuir al desarrollo cultural, social y económico de las mujeres; promover la igualdad en el trabajo y mejorar la condición de la mujer en los planos cultural, social y económico, eliminando toda discriminación basada en el género, estimulando acciones positivas cuando corresponda. Junto a las integrantes del Foro de Mujeres del Mercosur, nuestra Secretaria Ejecutiva, María Susana Césari, y la Presidente de la Delegación Permanente Corrientes, María del Valle Valenzuela, viajaron en el mes de marzo al sexagésimo período de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de ONU Mujeres en Nueva York, donde tuvimos la oportunidad de intercambiar experiencias y compartir mesas de discusión que hacen a la igualdad de oportunidades para las mujeres en todo el planeta. Más recientemente, en el Día del Amigo, nuestro IPLIDO de la UTHGRA auspició de anfitrión en el edificio central de la UTHGRA, en un acontecimiento de significativa trascendencia ya que participaron los organismos y organizaciones de más reconocida trayectoria en el área de los derechos de la mujer. Además de nuestra Secretaria Ejecutiva, compañera María Susana Césari, conforman las comisiones permanentes: Teresa González Fernández, en el Área Política; Mirta Detrizio, en el Área Educativo-Cultural, y María Marta Maenza, en el Área Empresarial. Al ser llamados a integrar la Comisión Permanente, hemos sido depositarios de un verdadero honor y responsabilidad. Se abren así nuevos caminos y la oportunidad de acceder a los lugares de debate y de toma de decisiones en políticas de género y derechos de las mujeres en nuestro país y los países que conforman el Cono Sur. Link: http://forodemujeresdelmercosur.org/ Compartimos con ustedes el artículo que nuestra Secretaria Ejecutiva escribiera para el Foro de Mujeres del Mercosur, sobre Mujer y Sindicalismo en Argentina: Mujer y Sindicalismo en Argentina POR María Susana Césari La situación de la mujer en el mundo laboral a partir de 1950 es la suma de elementos heredados y de cambios introducidos paulatinamente. Con el paso del tiempo, las normas referidas al trabajo de la mujer han ido evolucionando, de manera que la situación en la que vivía la mujer, en la cual sólo estaba dotada para la maternidad, la lactancia y otras tareas relativas al hogar, duró hasta que el contexto de la post-guerra, la firma de acuerdos y la aprobación de leyes, comenzaron a promover acciones que favorecieron la situación de la mujer. Entre ellas, la Convención Nº 100 de la OIT (1951) que se recogió en el Art. 119 del tratado de Roma (1957) que llevaba como lema igual salario a igual trabajo. Ya en los años setenta se estableció el principio de salario igual a trabajos de valor comparable. En España la Constitución de 1978 indicó en su artículo 14 el principio general de no discriminación, entre otras causas, por razón de sexo. Otro artículo que cabría destacar es el número 35, que reconoce el derecho al trabajo, a su libre elección y a su remuneración, sin que pueda existir discriminación por razón de sexo. Las normas referentes al trabajo por cuenta ajena de la mujer, se contienen en la Ley del Estatuto de Trabajadores (ET) de 10 de marzo de 1980. Entre los cambios que han afectado a la mujer durante este período es importante señalar: 1. Los relacionados con su estado civil y el reparto de edad. 2. El traslado de efectivos de unas ramas a otras. 3. La evolución de las ocupaciones a tiempo parcial y los contratos temporales. 4. La significación otorgada a la carrera profesional. Mujer y sindicato En nuestro país, la mayor parte de los derechos de los trabajadores – vacaciones, aguinaldos, mejores condiciones laborales, jubilación e indemnizaciones- se incorporaron por primera vez en la Constitución de 1949, que tuviera muy corta vida y fuera desconocida por el Gobierno de facto que siguiera al del General Juan Domingo Perón. Las organizaciones sindicales son de vital importancia en la vida de los trabajadores, como instrumento fundamental de lucha en la afirmación de sus reivindicaciones. Los sindicatos tienen garantizado concertar convenios colectivos de trabajo, pueden recurrir a la conciliación y el arbitraje, tienen derecho a huelga y garantías para cumplir su misión. Son, en resumidas cuentas, la herramienta más eficaz y poderosa para la defensa de los derechos colectivos frente al capital. ¿Cómo ha sido la historia de la participación de las mujeres en la vida sindical argentina? Debemos partir de la base de la baja sindicalización de la mujer. Esto sin duda está vinculado al gran esfuerzo que representa para la mujer trabajadora la doble jornada que implica el trabajo de la casa y el trabajo asalariado. Esta misma situación dificultó la toma de conciencia acerca de la responsabilidad hogareña por parte de los hombres, ya que nos vimos inmersas en el mundo del trabajo asalariado sin previo aviso. A este dato de la realidad laboral femenina, debemos sumarle las interrupciones democráticas de nuestro país, que convirtieron a la “cosa pública” -y en especial a los sindicatos- en sitios contraindicados para los pacifistas. El