2013. El día después del arresto por corrupción de un alto prelado del banco vaticano, Francisco dijo que lo que mueve a la Iglesia es “el amor de Cristo” y no “el poder del imperio”
ROMA.- Un día después de que un alto prelado del Vaticano fuera arrestado por la justicia italiana por corrupción, el Papa condenó ayer la “lógica del poder humano” , y advirtió sobre el “peligro de pensar de manera mundana”.
En palabras que fueron relacionadas al nuevo escándalo que sacude al Vaticano y al Instituto para las Obras de Religión (IOR), el cuestionado “banco del Papa” a punto de ser reformado, Francisco también recordó que es “el amor a Cristo el que lleva adelante la Iglesia” y no “el poder del imperio”.
El Papa habló así en el día de la fiesta de los apóstoles Pedro y Pablo, patronos de la Iglesia y de la ciudad de Roma. Como es tradición, en una misa solemne en la Basílica de San Pedro impuso el palio a 34 nuevos arzobispos metropolitanos del mundo. Entre ellos, había tres argentinos: su sucesor al frente de la arquidiócesis de Buenos Aires, monseñor Mario Aurelio Poli; el arzobispo de Mendoza, Carlos María Franzini, y el arzobispo de Resistencia, Ramón Alfredo Dus.
En un sermón breve, que centró en tres ideas sobre el ministerio petrino -confirmar en la fe, confirmar en el amor, confirmar en la unidad-, al comentar el Evangelio, el Papa advirtió sobre “el peligro de pensar de manera mundana”. “Cuando Jesús habla de su muerte y resurrección, del camino de Dios, que no se corresponde con el camino humano del poder, afloran en Pedro la carne y la sangre: «Se puso a increparlo: ‘¡Lejos de ti tal cosa, Señor!’» Y Jesús tiene palabras duras con él: «Aléjate de mí, Satanás. Eres para mí piedra de tropiezo»”, dijo. “Cuando dejamos que prevalezcan nuestras ideas, nuestros sentimientos, la lógica del poder humano y no nos dejamos instruir y guiar por la fe, por Dios, nos convertimos en piedras de tropiezo. La fe en Cristo es la luz de nuestra vida de cristianos y de ministros de la Iglesia”, advirtió.
Como no podía ser de otra manera, sus palabras fueron relacionadas al escándalo estallado anteayer con el arresto de “don 500”, como llamaban a monseñor Nunzio Scarano por su pasión por los billetes de 500 euros. Hasta hace poco, directivo contable de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA), oriundo de Salerno, de 61 años, Scarano se encuentra en la cárcel romana de Regina Coeli, acusado de corrupción, fraude y calumnia.
Como se informó, la fiscalía de Roma, que tiene bajo la lupa al IOR por sospechas de lavado de dinero desde septiembre de 2010, descubrió que Scarano, junto a un ex agente secreto italiano y a un broker -también arrestados-, quiso traer desde Suiza, en un jet privado, 20 millones de euros, fruto de evasión fiscal, pertenecientes a una millonaria familia, también de Salerno. Pero el operativo fracasó.
Según la magistratura romana, Scarano utilizaba el IOR “como un instrumento rápido y seguro para efectuar operaciones financieras y bancarias eludiendo, sino violando, normativas antirreciclaje fiscal”. También indagado por la fiscalía de Salerno, según las interceptaciones telefónicas publicadas, dignas de un thriller, Scarano hablaba en clave: llamaba “libros” a los “millones”.
“Yo creo que cuantos más libros traigas, mejor”, le dijo a Giovanni Zito, el agente secreto implicado.
Según la prensa italiana, no es casual el arresto de Scarano, que tuvo lugar dos días después del anuncio de que el Papa instituyó una comisión que investigará a todo trapo el IOR, desde año blanco de sospechas y escándalos.
Esa decisión habría sido interpretada por la magistratura italiana como un virtual “vía libre” de parte del papa argentino, que quiere transparencia y que, evidentemente, no confía en los directivos actuales del banco vaticano.
Fuente: Diario LA NACION, domingo 30 de junio de 2013.