En la Jornada “La Familia y el Rol del Adulto” se apuntaló la formación en valores en el hogar

2012. El 19 de julio del corriente año, la Delegación Permanente del IPLIDO de la UTHGRA organizó una jornada donde se trabajó principalmente el tema de los valores en la familia.

A la jornada llegaron compañeras de varias Delegaciones Permanentes, público en general e invitados especiales, la bienvenida estuvo a cargo del Secretario Administrativo de la Delegación Permanente del IPLIDO CABA, el compañero Miguel Ángel Pérez, quién resaltó la importancia de organizar actividades como ésta.

Las exposiciones que se presentaron estuvieron a cargo de profesionales con gran trayectoria que justamente tuvieron la iniciativa de invitarnos a pensar sobre la familia y el rol que tiene el adulto dentro de ella cuando hay niños y adolescentes en el grupo familiar. La Prof. Liliana Tantucci y el Lic. Eduardo García, introdujeron a los participantes en un ambiente de reflexión total cuando luego de la proyección de videos acerca de la importancia de los valores, iniciaron el debate.

Dentro de las técnicas grupales que los instructores iban planteando al público, la más llamativa y con gran aceptación fue la de distribuir tarjetas con afirmaciones “instaladas” en el imaginario social, más comúnmente conocidas como “prejuicios”, con el fin de reflexionar sobre los pre-conceptos anclados en nuestra sociedad y la forma de revertirlos hacia el lado positivo generando a partir de la revisión, un factor de cambio.

Con esta actividad, se reafirma la idea que el IPLIDO sostiene con fuerza: “La familia es el pilar fundamental de la sociedad”; y como es ella la principal fuente de valores y principios en la formación de ciudadanos, es la familia la célula indicada para fortalecer.

En ese contexto, el marco donde una familia crece es el hogar y dentro de él hay varios roles, el de padre, madre, hijo, estudiante, trabajador, entre otros. Pero hay uno fundamental: el del adulto. Y es el adulto un factor clave en la crianza de los más chicos, no sólo con la enseñanza formal, sino también con los ejemplos. Porque son ambas acciones las que educan por ello es precioso lograr una coherencia entre lo que un adulto hace y lo que un adulto enseña. Y es allí donde está el IPLIDO, en ese momento para ayudar y acompañar a los adultos en la reflexión, en el cambio y en el crecimiento.

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