La Cumbre del Clima en París y su significado para el futuro próximo

Entre el 30 de noviembre y el 11 de diciembre se realizó en París la llamada COP 21 en la que se buscó un acuerdo que sustituya el Protocolo de Kioto de 1993. El resultado fue saludado casi como un milagro de negociación entre grandes y chicos, pobres y ricos.

La satisfacción general se debió a que se trata de un acuerdo vinculante en el cual se ha incluido la meta de limitar el calentamiento global a menos de dos grados. Se fijó un objetivo para que a final del siglo la temperatura del planeta no supere los dos grados y se alienta a los países más dañados para que redoblen los “esfuerzos para que no se superen los 1,5 grados”. También se plantea la creación de un fondo de financiación de 100 mil millones de dólares anuales destinados a paliar los destrozos del cambio climático en los países más expuestos.

El documento de la COP21 insta a los países ricos a respaldar los recortes de emisiones de las naciones en desarrollo. Por su parte, los países desarrollados, emisores históricos, tomarán la delantera en reducir estas emisiones. Los países en desarrollo, que aún necesitan generar energía con carbón y petróleo, son alentados a orientar sus esfuerzos hacia un cambio en su matriz energética. En este sentido, los países desarrollados “deberán proporcionar” apoyo financiero a la reconversión energética de los países en vías de desarrollo y a enfrentar fenómenos relacionados con el cambio climático, como la intensificación de las sequías y los huracanes.

En 2018, dos años antes de la entrada en vigor del acuerdo de París, los países evaluarán los impactos de sus iniciativas contra el calentamiento global y analizarán nuevamente sus planes de reducción de emisiones de GEI.

América Latina es la región del mundo que más se preocupa por el cambio climático.

En el marco de la Cumbre de Clima de París se publicó una de las encuestas más grandes sobre la opinión pública internacional respecto al cambio climático.

Según el estudio del Pew Center hecho con la participación de 45 mil personas en 40 países, el 74 por ciento de los latinoamericanos considera el cambio climático como un problema muy serio, comparado con el 25 por ciento del promedio de las personas consultadas.

La región también encabeza la lista de las regiones que piensan que el cambio climático les está afectando personalmente.

Brasil fue el país que más mostró una preocupación por el medio ambiente, con el 86%, la cifra más alta de todos los 40 países. Chile (77%), Perú (75%), Venezuela (72%), México (66%) y Argentina (59%) lo siguieron en la lista.

En la encuesta, América Latina también fue la región más preocupada sobre sequía o restricciones del suministro de agua.

El 59 por ciento de las personas encuestadas dijeron que ésta era su mayor preocupación sobre las consecuencias del cambio climático, seguido por el 21 por ciento de aquellos que temían a desastres naturales como inundaciones y tormentas.

Fuentes: Le Monde Diplomathique, Página/12, bbc.com

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