2014. El Ministerio del Interior de España presentó el balance de criminalidad del 2013 en ese país, cuyos resultados ponen de manifiesto el aumento en el registro de la violencia contra la mujer, pese a que en los últimos años se había observado un descenso. Compartimos la nota publicada por el diario El País, con los detalles del informe sobre este flagelo que no reconoce fronteras.
Los “satisfactorios datos” sobre criminalidad de 2013—en palabras del ministro Jorge Fernández Díaz— se han visto desdibujados por un repunte de la violencia contra la mujer. Tras la tendencia a la baja registrada en el último lustro, las violaciones registraron el pasado año un aumento del 1,4% y las fallecidas a manos de sus parejas y ex se incrementaron en un 3%. Dos ascensos que se enmarcan dentro de un contexto generalizado de caída de la delincuencia en el país, que se sitúa actualmente en su nivel más bajo (46,1 infracciones penales por cada 1.000 habitantes) desde 2002; según el balance anual de Interior.
“La violencia contra las mujeres es una lacra a erradicar”, ha comentado este miércoles Fernández Díaz, que ha insistido en que España no representa un “oasis” con relación a este asunto; porque este problema, ha apostillado, se encuentra presente en todas las sociedades. Aún así, las cifras marcan ahora un punto de inflexión. Las violaciones, la mayor parte a mujeres, se elevaron hasta las 1.298 en 2013 (+1,4%). Este alza contrasta con los descensos de ejercicios anteriores. En 2012, con 1.280 agresiones sexuales de este tipo, bajaron un 15,4% en comparación con 2011, cuando hubo 1.513 en todo el país. Pero, además, sin incluir los datos de los Mossos d’Esquadra de Cataluña, el Ministerio de Interior ya había contabilizado antes un descenso continuo: registró 1.177 violaciones en 2010, 1.304 en 2009 y 1.386 en 2008.
El informe también muestra como las fallecidas a manos de sus parejas sentimentales, 54 en total, han repuntado ligeramente en un 3% tras dos años de descensos. 52 mujeres perdieron la vida en 2012, 63 lo hicieron en 2011 y 73 en 2010. Además, la cifra de 2013 todavía se mantiene por debajo de las de 2009 (56), 2008 (74) y 2007 (72).
A pesar del aumento de estos dos tipos de infracciones penales, el balance de 2013 verifica que la crisis no ha acentuado la criminalidad en el país. De hecho, durante este periodo de estrecheces económicas, ha ocurrido justo lo contrario.”España es un país cada año más seguro. Lo acreditan los datos y la percepción subjetiva de los ciudadanos”, ha asegurado Fernández Díaz, que ha destacado que los delitos cometidos cayeron un 4,3%. De los 2,26 millones de 2012 a los 2,17 de 2013. Este descenso implica que la tasa de criminalidad actual (46,1) se sitúe en su nivel más bajo desde 2002 (52,2).
De hecho, junto a la ligera proliferación de la violencia contra la mujer, tan solo otro delito ha aumentado: el robo con fuerza en domicilios (+0,8). Las fuerzas de seguridad han contabilizado en 2013 un total de 127.380 asaltos a viviendas, en comparación con las 126.425 del ejercicio precedente.
Aunque, eso sí, la gran satisfacción de la rueda de prensa de Fernández Díaz ha pasado por el anuncio del descenso de homicidios. Los asesinatos en España cayeron en 2013 hasta los 302, un 17% menos que durante el año anterior, cuando se cometieron 364. En esta tendencia positiva también se encuentra la bajada del número de robos con violencia (-10%), que pasaron de los 96.607 de 2012 a los 86.034 del ejercicio pasado.
La “necesidad” de la Ley de Seguridad
Los datos de Interior verifican que las manifestaciones violentas resultan residuales en España. De las más de 44.000 concentraciones que hubo en 2013, según cifras del Ministerio, apenas un 0,7% requirieron que la policía interviniera y empleara la fuerza. Pese a ello, el titular de la cartera, Jorge Fernández Díaz, no ha dudado este miércoles en volver a defender su polémica Ley de Seguridad Ciudadana. Una normativa sobre la que el propio jefe de la policía, Ignacio Cosidó, ha manifestado que no responde a “una demanda ciudadana”. Y que el Consejo de Europa ha calificado como “desproporcionada”. Aún así, el miembro del Ejecutivo se sacude las críticas: “Hay razones objetivas que acreditan la necesidad de esta reforma”.
Fuente: El País, España
Fotografía: El País, España