MUJERES TRABAJADORAS Rosa Negrón, de Chile a Bariloche, una historia de lucha y amor

Rosa Negrón, de Chile a Bariloche, una historia de lucha y amor

IPLIDO llegó a Bariloche, y allí, a través de una cálida entrevista de nuestra Secretaria Ejecutiva, María Susana Césari, conocimos la historia de Rosa del Carmen Negrón Ormeño, Secretaria General de la Seccional San Carlos de Bariloche y un ejemplo de trabajo y de vida.

La historia de una de las trabajadoras de nuestro Sindicato, la compañera Rosa del Carmen Negrón Ormeño, llega desde la Seccional Bariloche, allí donde ella se desempeña como Secretaria General y Presidente de la Delegación Permanente del Iplido. Luchadora y apasionada por su trabajo, Rosa nunca bajó los brazos ni se rindió ante la adversidad, aun cuando tuvo que hacer frente a todo para salir adelante. Embanderada en el amor por su labor y con un cuarto de siglo en la actividad hotelero-gastronómica, Rosa es un ejemplo de mujer y un modelo a seguir para nuestras mujeres trabajadoras. En entrevista conla Secretaria Ejecutivade IPLIDO, María Susana Césari, replicamos aquí este encuentro y los invitamos a conocer esta historia inspiradora.

De Chile a la Patagonia argentina

Comienza la charla y Rosa viaja en el tiempo para relatar su historia desde el comienzo, y no quedan dudas que su vida no fue fácil, como tampoco lo fue doblegar a esta luchadora incansable. “Nací en el sur de Chile; en Osorno, y a los 18 años me vine casada a la Argentina, creyendo en el ideal que me habían inculcado: la mujer era de la casa y el hombre salía a buscar el sustento. Al llegar a este país el impacto fue grande, porque sentí que aquí no era así”. Rosa habla con orgullo de esos comienzos, en los que dice, que sintió que su mente se abrió al comenzar a trabajar, y allí dio inicio una de las grandes pasiones de su vida. Su futuro ya no estaba destinado sólo a cuidar de los hijos, el matrimonio y el hogar. Rosa comprendió esto al instalarse en Bariloche, pero por motivos del destino, fue mucho antes de eso que ella sintió que no estaba destinada a una vida como tantas otras amas de casa, especialmente las que conocía en su Chile natal. Cuando era muy pequeña, su madre la abandonó a ella y a sus dos hermanos varones. Su papá, sostén de la familia, salía a trabajar, dejando para la pequeña mujercita las tareas de la casa y la responsabilidad de sus hermanos menores. De ese entonces Rosa tiene grabado a fuego en el corazón una enseñanza como pocas: “Aprendí a sacar fuerzas, a resolver, es algo que nace de la necesidad”.

Los comienzos

“Comencé de servicio doméstico, limpiando colegios aquí en San Carlos de Bariloche en la Iglesia Luterana. Fue mi primer trabajo y me impactó mucho conocer una iglesia nueva para mí, ya que soy de profunda fe cristiana. Los luteranos no tienen más que una cruz en su iglesia, y fue allí cuando entendí que no era necesario ver imágenes ni ver a Cristo crucificado para saber que existía…”. La Rosa creyente y trabajadora, tenía en ese entonces 20 años y era una joven madre. “Comencé de maestranza. Me di cuenta que no tenía que quedarme en casa, para que mi esposo de ese momento llegara con el salario a la casa. Yo tenía ambiciones de renovar mi casita, comprar cosas, ser partícipe del hogar que había conformado”. Sólo el trabajo digno le permitiría a Rosa concretar ese sueño, que pudo ver realizado día a día, como fruto de su incansable labor. De esos tiempos recuerda la enorme satisfacción de poder brindarle todo a su familia, gracias al trabajo: “Lo que más me gustaba al comenzar a trabajar, era sentir que tenía algo para hacer, llevar el sustento al hogar y pensar en qué iba a invertirlo cuando llegara mi sueldo, quería ganarlo bien y me encantaba desarrollarme de la mejor manera. Siempre fui a trabajar con la idea de superarme”.

Suman 25 los años que Rosa está en la actividad gastronómica y su historia es la de una mujer trabajadora que siempre dio todo de sí para crecer en la profesión elegida: “Comencé como peón de cocina, pasé por varios sectores, ayudante de cocina en una rotisería, pasé por hoteles y lavaderos, donde ascendí a jefa de lavadero. También fui lavacopas en el Hotel Llao Llao y allí me ascendieron a mucama”. Ese fue un quiebre en su carrera y Rosa no deja de resaltar qué orgullo fue para ella este ascenso. Con el tiempo, y anclada a su compromiso por su trabajo, también llegó la actividad gremial. “Trabajé hasta el 97’, cuando comienzo a ocupar Secretarías dentro de nuestra seccional en Bariloche. Llego al sindicato militando: acá el sindicato es muy fuerte porque es una ciudad turística. La economía en general pasa por la actividad hotelero-gastronómica”. Algo que resalta esta gran mujer en esta instancia de su historia, es que reconoce las muchas actividades que el Sindicato de UTHGRA tenía y tiene para que participe la mujer. Todo sucedió acorde a su pasión por el trabajo: “Me fui sumando, empecé a militar y participar en política y en todo aquello en lo que nuestra organización me necesitaba”.

Madre, trabajadora y militante

La vida de Rosa siempre se desarrolló con su familia a cuestas. Circunstancias duras de la vida, hicieron que tuviera que criar a sus cuatro hijos sola, separada de un marido conflictivo. Pero nada de ello doblegó su espíritu: “Mi militancia fuerte fue durante la etapa de mis dos hijos mayores”, explica, en referencia a Robin (29) y Selva (27). Le siguen Abril (20) e Iván (16). Sus hijos son su orgullo, y a través de su dedicación y su ejemplo, Rosa logró transmitirles la vocación por el trabajo y el esfuerzo por luchar en pos de los sueños: hoy Robin está a punto de recibirse de abogado, al igual que Selva que pronto se recibirá de médica; Abril se recibió de tripulante aérea e Iván, que aún cursa estudios secundarios, sueña con convertirse en periodista deportivo. A través de los años y en la crianza de los chicos, nada fue fácil, pero Rosa logró compatibilizar sus tareas de madre con las laborales, y además, encontrar un apoyo en su actividad. “Siempre digo que la madres nos ocupamos de todo… me las arreglaba bien, cumplía horarios de trabajo y dos horas con el sindicato cuando me llamaban. Los francos eran sagrados: si no me los daban los peleaba, porque eran para mis hijos”.

Una de las experiencias más fuertes para Rosa, fue ingresar al mercado laboral hotelero-gastronómico y darse cuenta de la realidad argentina en los sindicatos, obra de nuestro líder, el General Juan Domingo Perón: “Me impactó mucho cómo se protegía y hablaba tanto de los trabajadores, de una forma que yo no conocía en Chile. Cuando llegué a Argentina me encontré con los distintos sindicatos, con el Justicialismo y todo lo que se hablaba de Perón”, recuerda con orgullo.

Hoy, con mucho camino recorrido y con la pasión intacta por su trabajo, Rosa rememora sus sueños de pequeña y los actuales. “Por mi historia yo sentía que tenía que llegar a ser una gran mujer, el orgullo de mi papá, una gran madre. Para mí todo lo que he logrado a través de mi actividad, es un homenaje a mi padre”, relata, conmovida. “Él murió hace 18 años y no alcanzó a ver todos mis logros, pero estoy segura que desde donde está, me ha acompañado, iluminado y seguro soy su orgullo desde el cielo, soy lo que le prometí ser”.

Luchadora incansable y madre con todas las letras, Rosa no puede evitar emocionarse al hablar de su orgullo, sus cuatro hijos. “Hice lo que hice lo mejor que pude… mis hijos son mi sueño cumplido: cuesta ser madre y padre a la vez, pero si hay algo que me dio el trabajo, fue la satisfacción de verlos crecer y ayudarlos en su camino. Sueño con que se reciban y sentir que mi misión está cumplida”.

Antes de terminar la charla, la pregunta infaltable es aquella que alude al mensaje que Rosa querría transmitirles a sus compañeros, a quienes están recorriendo el mismo camino que ella transitó durante toda su vida, con el apoyo de la gran familia hotelero-gastronómica y el de nuestro gremio, UTHGRA:

“El trabajo te dignifica como persona, como lo que sos, una trabajadora. Me enseñó que esa dignificación pasa por la vocación, la responsabilidad, por el amar lo que hacés a toda costa. Uno hace a la profesión: en la hotelería y la gastronomía se es profesional desde el lugar que sea, lavando platos, cocinando, limpiando. Si sos mucama, hay que tratar de ser la mejor mucama y así en cada sector. Ahí esta el mensaje, lo que te hace plena y lo que dignifica. Eso te hace ir a trabajar con placer, con vocación, con responsabilidad. El mensaje es ese en cualquier ámbito, para todos los trabajadores, pero aún más en este que en ningún otro. A mi el trabajo me lo dio todo: la satisfacción de saber que me gané mi sueldo, pero trabajando bien, con dignidad, responsabilidad, vocación y calidad de servicio”.

Los reconocimientos de una vida dedicada al trabajo:

Estos son sólo algunos de los reconocimientos que recibió la Sra. Rosa del Carmen Negrón Ormeño en mérito a su labor:

– 02/12/1999: Reconocimiento Escuela 40 de Adultos de Fernández Oro Provincia de Río Negro, por su permanente trabajo social con los jóvenes adultos
– 31/08/ 2000: Reconocimiento del Intendente Municipal Sr. Atilio Feudal, por su permanente acompañamiento y trabajo en la Comisión Organizadora de la Fiesta Nacional de la Nieve.
– 02/08/2009: Reconocimiento de la Junta Vecinal Barrio 2 de Agosto (Barrio Gastronómico) por su permanente presencia y acompañamiento.
– 02/06 /2010 : Reconocimiento de la Asociación Bomberos Voluntario S. C. de Bariloche, en el Día Nacional del Bombero a su permanente acompañamiento y solidaridad.
– 07/08/ 2011: Reconocimiento del Intendente Municipal Sr. Marcelo Cascón a su trabajo e integración en la Comisión Organizadora Fiesta Nacional de La Nieve
– 23/09/2011: Reconocimiento de la Asociación Bartenders Profesionales de la Patagonia.
– 08/03/2012 : Reconocimiento de la Asociación Bomberos /ras Voluntario de S. C. de Bariloche, en el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.

Además, diversas notas de agradecimiento de las siguientes Instituciones, destinadas a UTHGRA Seccional Bariloche por el acompañamiento año a año. Entre ellas:
– Departamento de Enfermería del Hospital Zonal Ramón Carrillo – Bariloche
– Damas de Rosa Hospital Zonal Ramón Carrillo – Bariloche
– Escuela Antu Ruca (Asociación Ayuda al Necesitado)
– Escuela 328 Padres y Alumnos de 7º grado
– Colegio Don Bosco y Asociación Damas Salesianas
– Club Infantil Rivadavia
– Comunidad Mapuche de San Carlos de Bariloche
– DIAVERUM Centro de Nefrología – Bariloche
– Comisión Directiva Carnaval 2012 – Bariloche
– Policía de Río Negro
– Escuela de Hotelería y Gastronomía – Bariloche

Feedback