2013. Se ratificaron los compromisos previos y se dieron los primeros pasos hacia la conformación de una verdadera agenda de transformación social y de derechos en América Latina y el Caribe.
Treinta y ocho países latinoamericanos y caribeños aprobaron el Consenso de Montevideo en la Primera Conferencia Regional sobre Población y Desarrollo de América Latina y el Caribe que se celebró en Uruguay del 12 al 15 de agosto. La conferencia, organizada por la CEPAL y el Gobierno de Uruguay con el apoyo del UNFPA, convocó también a 24 organismos internacionales y 260 organizaciones no gubernamentales, con una audiencia de más de 800 personas.
La Conferencia permitió examinar los progresos regionales en los últimos 20 años del Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo (CIPD) de las Naciones Unidas (1994), y definir más de 120 medidas sobre temas prioritarios para reforzar su implementación. Para muchas personas asistentes, Montevideo permitió no sólo ratificar los compromisos de El Cairo sino ir más allá para la conformación de una agenda de transformación social y de derechos en América Latina y el Caribe.
El documento plantea como desafío central la integración plena de la población y su dinámica en el desarrollo sostenible con igualdad y respeto de los derechos humanos. A partir de eso, visibiliza 8 grandes temas: derechos de la niñez, adolescencia y juventud; envejecimiento y protección social; acceso universal a servicios de salud sexual y reproductiva; igualdad de género; migración internacional y protección de los derechos de las personas migrantes; desigualdad territorial y movilidad espacial; pueblos indígenas y pueblos afrodescendientes. Para concluir establece los marcos para la puesta en macha de la futura agenda regional en población y desarrollo.
En términos de igualdad de género y de derechos de las mujeres, se retoman los consensos de Quito y de Brasilia, y se suman algunos temas relevantes en materia de población y desarrollo. Se retoman temas como el reconocimiento del trabajo no remunerado y su aporte al desarrollo; la paridad; la corresponsabilidad en los cuidados y la interseccionalidad. Se incorporan desafíos centrales como la eliminación de las causas prevenibles de morbilidad y mortalidad materna –incluyendo el aborto inseguro, la educación sexual, el acceso a servicios integrales y a métodos anticonceptivos modernos -la generación de programas de prevención en salud sexual y reproductiva para hombres y la generación de reformas legales sobre el aborto en los países donde este está todavía penalizado y la garantía del acceso a esos servicios en los países donde es permitido. Se definen medidas también para garantizar los derechos sexuales y los derechos reproductivos de las personas y la eliminación de todas las formas de discriminación y violencia hacia diferentes grupos de población y especialmente hacia las mujeres y las personas LGTBI.
La conferencia vino acompañada de un foro previo el 11 de agosto y diversas actividades convocadas por las organizaciones de la sociedad civil como la campaña contra los fundamentalismos, organizado por Cotidiano Mujer, que consistió en la instalación de una cabina telefónica donde la ciudadanía podía dejar mensajes contra los fundamentalismos.
Fuente: http://www.americalatinagenera.org
Foto: Beatriz Abramovich / Área Práctica de Género CR LAC PNUD