Nuestra Gente

Premio Mujer Trabajadora edición 2018 para María Aurora Cerda – Seccional Mendoza

Mayo 2019. María Aurora Cerda tiene 62 años, nació en la provincia de Neuquén pero desarrolló la mayor parte de su vida en la Provincia de Mendoza. Hoy vive en Godoy Cruz y tiene 2 hijos: Javier y Leonardo. Sus inicios en la actividad hotelera comenzaron en los años de 1980 cuando tenía 23 años realizando tareas de limpieza. A lo largo de los años, realizó actividades en las áreas de mucama de pisos, ayudante de cocina y repostería en el Hotel Cervantes. Su trayectoria en nuestra Organización Sindical es amplia: fue Delegada en la UTHGRA Seccional Mendoza como representante elegida por sus compañeros de trabajo del Hotel Cervantes; participó como representante de nuestra entidad sindical en el “Congreso  de Jubiladas”  realizado  en nuestra Provincia en el años 2016;  representó a la seccional en  el “Encuentro de Mujeres Hoteleras” en el años 2015; integra y es una de las fundadoras del Centro de Jubilados de la UTHGRA Seccional Mendoza. Actualmente, María Aurora está jubilada pero mantiene una estrecha vinculación con su seccional. Participa con enorme compromiso en las actividades que se llevan adelante; y al mismo tiempo se desempeña como colaboradora voluntaria en trabajo de cocina en el Colegio Amús y en la Iglesia María Inmaculada del Barrio Sarmiento de Godoy Cruz en la provincia de Mendoza. Su camino de vida, su trabajo comprometido y valioso para nuestra Organización, su voluntad de superación y su espíritu solidario la hacen merecedora de este Premio Mujer Trabajadora edición 2018 que otorga nuestro IPLIDO de la UTHGRA.

Premio Mujer Trabajadora edición 2018 para Ana María Parodi – Seccional Avellaneda – Lomas de Zamora

Mayo 2019. Ana María tiene 67 años, nació en la Ciudad de Buenos Aires y actualmente reside en la localidad de Adrogué, Provincia de Buenos Aires. Tiene 3 hijos: Maximiliano, Diego y Alejandra. Comenzó a trabajar a los 13 años, cuando se hizo cargo de su familia (mamá y 2 hermanos pequeños), en una panadería; luego trabajó en varias fábricas hasta los 23 años, cuando ya había nacido su primer hijo. Posteriormente realizó trabajos como empleada doméstica y a los 35 años comenzó su carrera en la hotelería en el Hotel Los Pinos de la localidad de Burzaco, tarea que se prolongó hasta su jubilación. En el trayecto de su vida, Ana María tuvo que afrontar y superar muchos obstáculos: ser víctima de violencia de género; y el cuidado de un compañero de vida enfermo, situación que la convirtió en el único sostén de su familia. Mientras trabajaba en el hotel estudió dactilografía y corte y confección. Hoy que está jubilada se dedica a vender ropa a través de un pequeño emprendimiento propio. Ana María fue una activa participante del Departamento de la Mujer; y luego también colaboró mucho en los comienzos del IPLIDO, en donde ha sido una valiosa y comprometida colaboradora en todas las iniciativas que fue llevando adelante nuestro Instituto en la seccional durante todos estos años. Hoy sigue participando en todos los cursos y actividades; también sigue ayudando en todas las acciones que se organizan desde el IPLIDO. Es una mujer trabajadora que ha tenido mucha presencia en la vida del sindicato; y hoy , a pesar de estar jubilada, continúa acompañando con entusiasmo y con compromiso a nuestra Organización Sindical. Por su vida de lucha, su trayectoria de trabajo comprometido con nuestra Organización y su espíritu emprendedor, creemos que Ana María es justa merecedora del Premio Mujer Trabajadora edición 2018 que otorga el IPLIDO de la UTHGRA.

Premio Mujer Trabajadora edición 2018 para Silvia Elena Gómez – Seccional Partido de la Costa

Mayo 2019. Silvia tiene 50 años, nació en la ciudad de San Isidro, Provincia de Buenos Aires y vive en la localidad de Costa del Este. Su marido es Guillermo Víctor Marmolejo con quien tiene 2 hijas: Romina y Sofía. Silvia comenzó a trabajar en el apart hotel Playa Palace en el año 1994, desarrollando tareas de mucama. Los primeros años de trabajo requirieron mucho esfuerzo de su parte ya que debió cumplir con numerosas responsabilidades familiares, ademas de muchas horas de trabajo. Siempre fue una mujer identificada con los valores de nuestra Organización, lo cual la llevó a que desde el comienzo se sintiera comprometida con la actividad sindical en la cual se involucró siempre; y sin miedo luchó por sus derechos y los de sus compañeras y compañeros durante mucho tiempo antes de que el establecimiento donde trabajaba aceptara las elecciones de delgados . Además de articular sus responsabilidades laborales y familiares con eficiencia, decidió cumplir un sueño y cursar sus estudios secundarios. Durante 4 años concurrió al Bachillerato Nocturno y recibió su título secundario. Tras años de defender sus derechos y los de sus compañeros, aceptó la responsabilidad de ser Delegada en el establecimiento, además de ser miembro de la Comisión Ejecutiva de la seccional como secretaria de acción social. Por su espíritu de superación personal y por su compromiso en la defensa de los derechos de sus compañera y compañeros , predicando con el ejemplo, consideramos que Silvia es merecedora del Premio Mujer Trabajadora edición 2019 que otorga el IPLIDO de la UTHGRA.

Premio Mujer Trabajadora edición 2017 para Paula Albarracín – Seccional San Juan

Mayo 2018. Si existe alguien que puede dar ejemplo de vida, de honrar la vida de ella y la de los demás es Paula, compañera y gran trabajadora pero ante todo mujer, esposa, madre, y abuela. Su niñez no fue fácil, la pérdida de sus padres marcó su vida para siempre y fue muy duro para ella tener que vivir en un hogar escuela para niñas. Cuando tenía 11 años llegó a su vida su tío Octavio para brindarle y hacerle sentir ese calor de hogar que una niña necesita. Siguió sus estudios e hizo el secundario hasta cuarto año ya que tuvo que abandonarlo por circunstancias de la vida. Muy joven también conoció al hombre de su vida, con el cual está casada desde hace 39 años. En 1981 la vida le regalo la hermosa posibilidad de ser mamá y asumir ese rol con gran dedicación y amor. Hoy tienen una familia con cuatro hijas y siete nietos. Fiel a su esencia y a su personalidad trabajó en diferentes oficios para ayudar a la manutención de su hogar. Como mujer trabajadora que es, coció, bordó y pintó para colaborar en la economía familiar. Buscando estabilidad económica vivieron en Rosario, Mendoza y volvieron a San Juan donde se instalaron en el Departamento 9 de Julio. Se inició en la hotelería hace 15 años cumpliendo la función de mucama. Fiel a sus convicciones y ya con la experiencia de lo vivido, se sumó a nuestra Seccional para dar lugar a los reclamos de sus compañeros que vivían situaciones injustas en sus trabajos. Para ello, se postuló como delegada, mandato que continúa hoy; y también es miembro de la Comisión Directiva. Es luchadora, compañera, consejera, trabajadora incansable y por sobre todo una gran mujer. Es un orgullo poder compartir su historia, la de una mama, esposa, abuela, gran trabajadora, como es Paula Albarracín. Un ejemplo de vida y superación…

Premio Mujer Trabajadora edición 2017 para Liliana Mónica Almada – Seccional Mar del Plata

Mayo 2018. La compañera Lili, como la llamamos en la seccional, es madre, trabajadora y delegada gremial. Una gran luchadora, y por sobre todas las cosas una persona de una calidad humana que la distingue. Lili tiene dos hijas que hoy ya son adultas. Pero en el año 2010, cuando sus hijas tenían 18 y 12 años, perdió a su compañero de vida. Esta situación la enfrentó al enorme desafío de seguir adelante. No se doblegó, por el contrario, Lili enfrentó ese duro momento cumpliendo con el doble rol de madre y padre. Esa calidez humana y su permanente trabajo cotidiano de solidaridad tantas veces puesta de manifiesto, hicieron de ella esa persona con la que nos encontramos por el año 2010. Existía una empresa tercearizada que tenía la concesión del comedor del personal dentro de la planta de la firma Pepsico en el Parque Industrial de la ciudad de Mar del Plata. La citada empresa se encontraba atravesando diferentes problemas laborales sin resolver. En una de las visitas a la planta planteamos la necesidad de designar un delegado a la mayoría de los trabajadores. Y así fue como conocimos en el año 2010 a nuestra querida compañera, gran persona, trabajadora, solidaria, llena de cualidades que hacen de ella una gran representante de nuestra Organización en el ámbito laboral. Fue elegida delegada gremial y mantiene dicho cargo desde hace 7 años, cumpliendo con sus deberes y obligaciones, haciendo del cargo una herramienta de trabajo en beneficio de sus representados. Mujer de pocas palabras, pero de gran valor y corazón, siempre dando una mano y brindando apoyo a quien lo necesite sin pedir nada a cambio. Reflejo de ello fueron los años de lucha en lo laboral, enfrentando diversas situaciones que supo resolver con esmero y dedicación, en beneficio de todos sus compañeros. Esta es nuestra oportunidad para decirle a Liliana Mónica Almada que es una gran Compañera, a una gran mujer, a esa madre que supo afrontar los sinsabores de la vida con grandeza; a esa representante gremial con todas las letras y a quien tenemos el orgullo de contar en nuestra Seccional Mar del Plata, que la admiramos y la consideramos una gran mujer trabajadora.

Premio Mujer Trabajadora edición 2017 para Juana María Cepeda – Seccional Concordia

Mayo 2018. Juana nació el 4 de diciembre de 1952 en un hogar humilde, alejado de la ciudad, cuando sus hermanos tuvieron que cumplir el rol de parteros para traerla al mundo. Su papá los abandonó siendo Juana muy chica. Con apenas 7 años debió abandonar la escuela para trabajar, se dedicó a cuidar de una anciana. Posteriormente, se desempeñó como empleada de casas particulares. Años después conoció a su marido con quien tuvo siete (7) hijos. Pero como consecuencia de la violencia y los malos tratos de su esposo, Juana tomó la decisión de abandonar su hogar junto con sus hijos. No se rindió y logró salir adelante. Desde ese momento trabajó incesantemente para poder mantenerse. Logró ingresar a trabajar en el Hotel Embajador de Gualeguaychú donde se desempeñó primero como mucama, luego como ayudante de cocina , cocinera y mantenimiento, entre otras tareas. Paralelamente y lejos de bajar los brazos, comenzó la escuela nocturna para poder finalizar sus estudios. Además, a Juana le diagnosticaron cáncer de útero que logró vencer; también sufríó un accidente de trabajo por el cual debieron colocarle una placa de titanium en uno de sus hombros. Esta circunstancia la obligó a tener que iniciar su trámite jubilatorio, beneficio al que no pudo acceder antes porque durante muchos años su trabajo no estuvo registrado. Es una mujer comprometida, que se ocupa y preocupa por sus compañeras y compañeros de trabajo. Acompaña a nuestra Organización Sindical en cada uno de los eventos, marchas y talleres que se organizan en defensa de los derechos de nuestros trabajadores. Juana es una de las tantas mujeres que atendieron a sus maridos, que criaron a sus hijos, y que también salieron a trabajar desde muy jóvenes. Ha sabido superar, con inteligencia y esfuerzo, crisis laborales, familiares, sociales y económicas. Es una mujer que no tiene temor de emprender ningún camino y que no se rinde hasta conseguir la meta que se propone. Su sencillez, y sobre todo su autenticidad son sus mejores cualidades. En el trabajo, en los quehaceres del hogar, en las malas y en las buenas, ella es el ejemplo personificado de la frase «felicidad no es hacer lo que uno quiere, sino querer lo que uno hace». Un año más, nuestra Organización Sindical nos da la oportunidad de rendir homenaje a la Mujer Trabajadora. Hoy, Juana, tus compañeros y los miembros de la Seccional Concordia de nuestra UTHGRA te elegimos porque una mujer como vos, tan valiente y luchadora, se merece toda nuestra admiración pues es sorprendente que a pesar de la cantidad de dificultades que has tenido que enfrentar, jamás te hayas dado por vencida. Mujer a la que admiramos porque sos fiel a vos misma, porque sentís el amor a flor de piel y porque sabes entregarte al otro sin pensarlo dos veces. Gracias Juana María Cepeda por demostrarnos que las adversidades se pueden vencer y que siempre es necesario tener una actitud positiva para enfrentar cualquier situación que se nos presente en la vida…

Premio Mujer Trabajadora edición 2016 para Romina Beatriz Rodríguez – Seccional San Martín

Mayo 2017. Romina Beatriz Rodríguez nació en 1975 en la ciudad de Buenos Aires, pero creció en Ciudadela, en un hogar humilde de personas muy trabajadoras. A ella le tocó alternar el estudio con el trabajo, con el que de a poco fue ayudando al progreso de su familia y ganando su ansiada independencia. “Trabajar me dio dignidad, grandeza. Me dio seguridad y hasta felicidad”, afirma. “No sé qué hubiera sido de mí sin esta actividad”. A sus 17 años comenzó como camarera en pizzerías y bingos de la costa; luego ingresó a una empresa en el barrio de Constitución de donde fue despedida por reclamar pagos adeudados y mejores condiciones laborales. Finalmente encontró su lugar en el Comedor del Hospital Eva Perón de General San Martín, donde se desempeña hasta hoy, siendo Delegada desde hace 5 años. De joven soñaba con tener una hermosa familia, con hijos que pudieran estudiar , llegar a ser profesionales, y Dios le concedió ese deseo. Es mamá de Berenice, estudiante de Derecho; de Candela, que estudia Nutrición; y de Gonzalo, que cursa cuarto año en una Escuela Técnica. Pero su vida no fue ni es fácil. El fantasma de la violencia deambuló por su hogar hasta que ella decidió ponerle fin. En ese sentido, agradece a su organización sindical de la Seccional San Martín la posibilidad de concurrir a las reuniones de Políticas de Género del Municipio -con el cual se trabaja articuladamente-, lo cual la fortaleció en lo personal y le permitió ayudar a otras mujeres víctimas de violencia que concurren al hospital. También siente una profunda gratitud por todos los cursos de capacitación que recibió ya que -siente- le “abrieron la cabeza”. Hubo momentos en los que Romina sintió no tener más fuerzas, pero el amor por sus hijos y algo dentro suyo la impulsaron a seguir adelante. Nuestra compañera ha demostrado siempre un gran sentido de la justicia, para ella y para con sus compañeros. Hoy, a sus 41 años, se siente una mujer feliz y con energías para superar todo aquello que le presente la vida. A sus compañeras les da un humilde consejo: “Capacítense, aprendan sobre la Ley de Contrato de Trabajo y sobre nuestro convenio… Infórmense sobre todo aquello que les sirva para defenderse a ustedes mismas y a sus familias, que son siempre lo más importante que poseemos”. Romina: esta distinción es por tu lucha, por enriquecer nuestro sindicato con tu permanente actitud constructiva hacia la vida. Vaya de parte de nuestra organización sindical el más sentido agradecimiento por el ejemplo que nos das cada día. Muchas gracias.

Premio Mujer Trabajadora edición 2016 para Susana Mirta Peña – Puerto Madryn

Mayo 2017. Hija de una madre soltera, nació en el año 1959 en Trelew y siendo niña se mudó a Puerto Madryn. Allí, con 13 años, comenzó a trabajar junto a su mamá en el restaurante “Caballito de mar”, donde ayudaba a los mozos en sus tareas. Siempre le gustó participar y aprender del oficio. “Si el otro pudo aprender, ¿Por qué yo no?”, se preguntaba Susana, quien entonces postergó sus estudios para colaborar con su familia e insertarse de lleno en el mundo de la gastronomía. Hace 33 años ingresó como camarera en el hotel Tolosa de su ciudad, donde trabaja aún hoy. Al poco tiempo de comenzar se acercó a nuestra organización sindical para cooperar con nuestras compañeras y compañeros, hasta llegar a formar parte de la Comisión Ejecutiva de la Seccional, donde hoy es Secretaria Administrativa. En el sindicato – su segundo hogar- comenzó a capacitarse a través de diferentes cursos que puso en práctica para mejorar su actividad y su calidad de vida. Entre tanto, formó su propia familia con su marido Miguel Ángel, sus hijos Natalia, Nadia, Ivana y Orlando, y sus siete nietos. A Susana le tocó enfrentar lo más triste que puede ocurrirle a una madre, y así fue que tuvo que despedir a su hija Ivana. Este difícil y doloroso hecho, circunstancia que no le impidió seguir viendo toda la luz que había en su camino y siguió adelante, sin rendirse jamás. Hoy, en sus días libres, que suelen coincidir con los fines de semana, Susana maneja un taxi. Asegura que es una buena terapia y le ayuda a ejercitar la memoria. Soñamos con que ese mismo vehículo la lleve a recorrer el país, uno de sus mayores anhelos. Mientras tanto, sigue bregando en la tarea de lograr otro de sus grandes deseos: terminar sus estudios secundarios. Porque si de algo está convencida Susana, es que nunca es tarde para volver a comenzar. Querida Susana, en nombre de nuestra organización sindical, te entregamos este premio. Sos mucho más que una trabajadora hotelero- gastronómica: sos un ejemplo de mujer que nos inspira a todos nosotros. Muchas gracias.

Premio Mujer Trabajadora edición 2016 para Eliana Emilce Palavecino – C.A.B.A.

Mayo 2017. “Trabajar es lo que más me gusta”, asegura Eliana Emilce Palavecino, nacida hace 32 años en San Francisco Solano. Su infancia no fue sencilla. Sus padres, separados, se ganaban la vida como podían, cada uno por su lado, y apenas si lograban mantener a sus hijos. En ocasiones, Eliana quedaba al cuidado de sus tías y por todo esto, más de una vez, se sintió a la deriva. Fue en ese contexto de necesidad que, a los 14 años, comenzó a trabajar como camarera en el camping de una entidad bancaria. Después ingresó al buffet del Banco Provincia y luego al comedor de Cabaña Las Lilas. La pasión de esta mujer, que de pequeña soñaba con ser médica, siempre fue el contacto con las personas y actuar por las necesidades del prójimo. Pese al cansancio de algunas jornadas, y las dificultades del camino, nunca bajó los brazos. Por eso, aunque el trabajo le dejara poco tiempo, se propuso completar sus estudios secundarios y lo logró. A sus 21 años, la estabilidad llegó de la mano de su empleo en el Bingo Lavalle donde conoció a su marido Daniel y fue elegida delegada sindical. Después de mucho sacrificio, Eliana se sintió verdaderamente feliz, rodeada de gente querida, contenida por su organización sindical y luchando por los derechos de trabajadores como ella. Sí: a sus 32 años logró al fin esa seguridad y cuidado que le faltaron de niña. Hoy el bingo en el que trabajaba, como varios otros en la ciudad, fue cerrado, dejando a Eliana y a 130 compañeros gastronómicos sin empleo. Sus incondicionales compañeras y compañeros ya no forman parte de su día a día, y su destino laboral se desdibujó de repente. Pero ella no flaquea y lo vive como un nuevo desafío, porque a la fuerza la encuentra dentro de sí. Si algo aprendió esta gran mujer a lo largo de su vida es que “Hay que luchar siempre, ir para adelante y jamás bajar los brazos”. Eliana, por tu camino recorrido como trabajadora gastronómica, en donde el trabajo fue una constante; por ser un ejemplo de auto-superación y por tu solidaridad con todas tus compañeras y compañeros, vaya este premio que simboliza nuestra más profunda admiración. Muchas gracias.

2° Edición Premio Mujer Trabajadora 2015 para Marcela Fabiana Martínez

Mayo 2016. Marcela Fabiana Martínez de la Delegación Permanente de la Seccional Córdoba, nació en Córdoba en el antiguo barrio Observatorio en una familia clase media trabajadora. Siempre es difícil saber cómo nace una vocación inclinada al servicio social y la solidaridad hacia el prójimo pero en el caso de Marcela, quizás se puede ubicar en su infancia. Entonces, cuando algún amiguito no podía hacer su viaje de estudio, con el apoyo de su papá, hacían rifas para conseguir el dinero porque ella no podía comprender “que un niño no tuviera las mismas posibilidades que otro”. Marcela estudió diseño de indumentaria en la Universidad de Córdoba y se instaló un tiempo en Buenos Aires para realizar su tesis. Siete años después, volvió a su Córdoba donde la esperaba su verdadero destino: a los 29 años comenzó a trabajar en un albergue para niños de la Provincia de Córdoba como camarera y pasó por los sesenta y nueve colegios de los establecimientos de la empresa que proveía comida a niños carenciados. Durante toda esa etapa fue descubriendo por un lado su profundo amor y solidaridad con los niños, “mi enfermedad, lupus, me negó hijos pero mi trabajo me los devolvió” -recuerda Marcela. Por esa misma enfermedad se fue acercando a nuestra organización sindical, donde encontró ayuda y contención. Entró en contacto con nuestra familia de la UTHGRA de la seccional Córdoba , comenzó a interesarse por la actividad y además se dedicó a interiorizarse sobre : qué es, cómo funciona y en cuanto favorece a los trabajadores la existencia del Sindicato. En el 2000 fue electa Delegada Sindical representando a las camareras de los sesenta y nueve colegios de la empresa de Pueyrredón SA, que proveía comida a los establecimientos escolares donde ella se había desempeñado durante estos años. En el 2002 se sumó como miembro de la Comisión Ejecutiva en la Secretaría de Asistencia Social de la seccional Córdoba, cargo que el que se desempeña hasta la actualidad. Vivió intensamente el avance laboral que significó el cupo sindical femenino, ley promulgada por nuestra compañera Graciela Camaño y se integró al IPLIDO, desde donde pudo plasmar sus sueños solidarios y trabajar en el fortalecimientos de las familias de nuestros compañeros. Cuando fue convocada por el consejo Provincial de la Mujer en el 2005, al primer Encuentro de Mujeres, donde habló de su experiencia como mujer sindical, luego de agradecer, Marcela definió la política de una forma sencilla y contundente: “un modo de facilitar algo en la vida de la gente”. Este Ideal lo encarna desde el IPLIDO cotidianamente. Por su trayectoria comprometida con el prójimo, por su historia de trabajo (que no pudo detener ni siquiera una grave enfermedad) el IPLIDO de la UTHGRA y nuestra gran familia Hotelero Gastronómica quiere reconocer en Marcela, los valores del esfuerzo, la solidaridad, el compromiso hacia los demás y su integridad humana que la hacen merecedora del premio “Mujer Trabajadora”, edición 2015 , ejemplo a replicar por todas nosotras. Muchas gracias Marcela.

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